jueves, 30 de julio de 2009

imagen de: www.antimperialista.blogia.com


Venezuela y Colombia: la guerra de la información


Pareciera que el continente latinoamericano está pasando por una prueba de fuego. Un momento crucial, en el cual los países de la región, y sobre todo aquellos como Venezuela, que pugna por una transformación política, social y económica, se están jugando la soberanía y autodeterminación de sus pueblos, ante un imperio norteamericano en decadencia y una derecha continental cuyo monopolio mediático son las espinas del garrote, dispuesto a golpear sin clemencia sobre cualquier objetivo que consideren estratégico.

Paul Virilio, refiriéndose a la invasión a Irak en el año 2001 nos dice: “(…) hemos asistido a verdaderos pases de magia multimediáticos, cuando los asesinos suicidas y los coaligados se desviven por subyugar a las multitudes con un exceso de medios pirotécnicos que, sin poder utilizar las famosas armas de destrucción masiva, usan y abusan de esas armas de comunicación igualmente masivas, cuyo arsenal no cesa de desarrollarse gracias a las antenas parabólicas y las proezas de esas operaciones psicológicas (…) cuyo objetivo es propagar el pánico con el pretexto de conjurarlo” (Virilio, 2006)

Lo que Virilio nos plantea, es precisamente lo que está sucediendo en el conflicto colombo-venezolano, visto erróneamente como una crisis diplomática entre dos países vecinos, cuando realmente es un conflicto mundial bajo una lógica conocida: los medios internacionales crean un enemigo del mundo para que un salvador del mundo tome las medidas que considere correctas.

En este sentido, la supuesta relación estrecha entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno venezolano, sirve la mesa para justificar, en el marco de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, una atención especial – militar, política, mediática – de los poderes internacionales sobre Venezuela. Un modus operandis de vieja data que han utilizado en distintas ocasiones: En Chile para derrocar y asesinar a Allende (1973), en Panamá para derrocar a Noriega (1990), en Irak para derrocar y asesinar a Hussein (2001), más recientemente para invadir a Afganistán, desde donde supuestamente opera Bin Laden (2009).

Así pues, esta matriz que se ha venido construyendo contra Venezuela la vemos en acusaciones por parte del gobierno israelí, representado en la figura de Avigdor Lieberman, quien sostiene que en nuestro país funcionan células terroristas de Hezbolá, afirmación carente de toda veracidad. Sin embargo, por más absurda que nos parezca esta acusación, debemos entender que ya existe una movilización de fuerzas israelíes en la región latinoamericana. Hace pocos días, un avión de la fuerza aérea de ese país se precipitó en la zona fronteriza colombo-venezolana. ¿Qué hacía un avión de guerra israelí en el espacio aéreo fronterizo?

Por otro lado, existe una campaña mediática en contra de nuestro país tratando de señalarnos como un importante colaborador y comercializador de droga en la región. Precisamente quienes nos acusan son: Colombia, mayor productor de droga del mundo; y EEUU, mayor consumidor de droga del mundo. Además, no es casualidad que estas acusaciones se realizan en un momento en el cual el gobierno venezolano ordena retirar a los grupos de la Drug Enforcement Administration (DEA) que operaban en el país – bajo una injerencia permitida, que aseguraba los grandes intereses financieros del mercado de la droga – para que instituciones nacionales se hagan cargo de la lucha contra las drogas, decisión que ha traído logros positivos para Venezuela.

De igual modo, se oyen declaraciones del canciller colombiano Jaime Bermúdez, preocupado por la compra de armamento chino y ruso por parte de Venezuela, tratando de sembrar pánico y controversias en un intercambio comercial corriente de un país soberano que además en ningún momento en estos últimos 10 años, ha tenido una política exterior belicista.

Así mismo, las últimas horas registran los vaivenes diplomáticos por el reclamo de unos supuestos lanzacohetes suecos incautados a las FARC, y que habían sido vendidos a Venezuela en el año 1988. Poco se sabe hasta los momentos de eso, pero en qué momento más oportuno ha salido a la palestra.

Nos referimos a un momento en el cual el gobierno de Álvaro Uribe aprobó el fortalecimiento e instalación de bases militares norteamericanas en suelo colombiano, con presencia de equipos militares, naves de combate y soldados estadounidenses operando en ese país. Estas bases aéreas, cuyas principales están ubicadas en Malambo y Palanquero, se encuentran a escasos kilómetros de la frontera con Venezuela. Además de las mencionadas, también cuentan con la base de Apiay (cerca de Bogotá), y la posible instalación de bases en Tolemaida (cerca de Bogotá) y Larandia (en la frontera con Ecuador). Geoestratégicamente, mejor imposible.

Todo concuerda con la construcción de una matriz mediática en contra del Gobierno Bolivariano, la cual ha buscado los espacios para satanizar cada vez más al monstruo venezolano. Hace días, con respecto al golpe de Estado en Honduras, un vocero del Departamento de Estado norteamericano de apellido Crowley expresaba: “lo que pasó en Honduras es una lección para los gobiernos que sigan el ejemplo de Venezuela.” Claro está, que detrás de esa irresponsable afirmación, está la justificación de cualquier acción que ataque directa o indirectamente a nuestro país.

Definitivamente, no hay actores que se beneficien más con la crítica situación que vivimos con Colombia, que los EEUU y la ultra derecha regional. Por un lado, los Estados Unidos encuentran un espacio para justificar su presencia militar en tierra colombiana para luchar contra el terrorismo, las drogas y cualquier manifestación progresista que cambie con el status quo. Por otro lado, los gorilas hondureños obtienen un respiro como centro de atención internacional, después de un mes de represiones y de violación al Estado de derecho. Si la trampa de la mesa de diálogo liderada por Oscar Árias, – EEUU – logró apaciguar las presiones internacionales sobre el gobierno de facto, con un nuevo foco de opinión mundial, quién sabe qué nueva avanzada de los golpistas ocurrirá.

Finalmente, el otro beneficiario es la derecha colombiana, representada bien sea en la figura del presidente Álvaro Uribe, quien podría aprovechar este conflicto para buscar su reelección, pues parece que la lucha contra las FARC – a como dé lugar – y cualquier actor que los apoye es su principal bastión político; o en la figura del ministro de la defensa Juan Manuel Santos, quien eventualmente también podría fungir como candidato, el cual, apoyado en la misma convicción de Uribe, se postule en las próximas elecciones presidenciales en Colombia.

Es importante que logremos entender lo delicado de este conflicto, no podemos olvidar que en la real politik no hay casualidades, y Venezuela, está en el ojo del Huracán.

Notas

Virilio, Paul (2006). Ciudad pánico. Buenos Aires: Libros del Zorzal.

miércoles, 29 de julio de 2009



El objetivo del aprendiz

[Un bandoneón marca el caudal sanguíneo
Que esta danza nos ofrece.
El Río de la Plata en nuestras venas]


La sensualidad se da la mano con lo desconocido
con la necesidad
de conocerse en las palabras de un extraño con tono sureño
escasos minutos.


Entonces el aprendiz se lanza hacia un precipicio
atravesando el aliento del otro
es que a veces
sin respirar nos lanzamos


Y un divino vaivén nos permite errar
para recomenzar sin pérdidas
tal vez sí
con un gesto de agrado


El aprendiz se aferra a las formas
y siente el compás
Que abre un instante
y otro, y otro.


Abandona la inseguridad
Pues las palabras
se diluyen en un abrazo
silencio.


Sin darnos cuenta
cambiamos de cuerpo,
de nombre
claro, de espíritu también.


Quién podría pensar
que el objetivo de este aprendiz
no es otro que mirar hacia delante
Y salir a caminar.

lunes, 20 de julio de 2009

Va más allá de Honduras




Para empezar un comentario: Los latinoamericanos comprometidos con su unidad fuimos testigos el día domingo de un triste espectáculo donde para no llorar, nos reímos, mezclándolo con un sentimiento de rabia e impotencia.

El “canciller” de facto, Carlos López se consiguió con una tribuna inmejorable, regalada por Zelaya, adornada por el Departamento de Estado. Todos los medios de comunicación del continente y las transnacionales del mercado de la noticia se “encadenaron” con el usurpador, con un hombre francamente cínico y descarado, donde dijo que el Presidente constitucional, electo por la mayoría de los hondureños, Mel Zelaya, es un Golpista.

Golpista Zelaya. ¿Y ellos que serán?, ellos que están de espaldas a la realidad, embriagados con el poder que consiguieron a punta de tiros y represión. Desconocen el mandato de los pueblos del Mundo (incluido el de Honduras), que exigen sin demora, y sin condiciones, el regreso del hilo constitucional al país de Morazán, que no es otra cosa que el regreso de Zelaya a su cargo de Presidente por el resto de su término.

"La mediación, en mi impresión, no ha comprendido que la pretensión de imponer a Manuel Zelaya como Presidente va en contra del derecho interno de Honduras y está infringiendo el principio de igualdad y soberanía de los Estados" decía el cinismo en pasta, sin colar. El derecho interno de Honduras no establece en ningún apartado que una forma de separar al presidente de su cargo, es sacarlo en pijama de la cama a punta de tiros y enviarlo al extranjero, con todo su gabinete. Lo que si dice es que los actos y procedimientos que deriven de un golpe de Estado, de un acto de fuerza, son nulos e irritos y califican como traición a la patria hondureña.

Lo que significa para la democracia regional (interconectada e interrelacionada), que se permita en su seno la conspiración, el uso de las armas, el contubernio y la usurpación, obliga a actuar a la comunidad internacional. ¿Qué intromisión existe allí? Es una cuestión de principios democráticos, esencia de los procesos políticos que se están dando los pueblos en Nuestra América.

Si no actúa la comunidad internacional, sobre todo la comunidad regional, ¿Quién lo hará? Si no actúa, esta legitimando una acción ilegal, permitiendo la ilegalidad. Si Venezuela (por ejemplo) permitiera dicha actuación, ¿Cómo defiende su hilo constitucional ante la fuerza, ante la conspiración? Si no existiera la comunidad internacional para denunciar y actuar (aunque su fuerza y eficacia pueda estar en duda), la patente de corso para la injerencia y los golpes de estado estaría abierta para cualquier aventurero, que desconoce la voluntad popular “por que no saben votar bien (por nosotros)”.

Ahora bien, el hecho que ocurriera en Honduras es irrelevante. La oligarquía y los grupos burgueses del poder son iguales en toda Latinoamérica. La democracia es buena para ellos cuando sus intereses son resguardados, cuando legitima el estado de cosas, cuando se perpetúa su poder, pero ya no sirve cuando se empieza a pensar en el pueblo, cuando los ciudadanos eligen a una persona fuera de su esfera de influencia. Ahí, no importa si es cierto o no, la democracia (burguesa y oligárquica) esta en peligro. Y si al elegido por el pueblo, en el mismo modelo que los eligieron a ellos por décadas, empieza a desviarse, el golpe militar, mediático y leguleyo es la salida, el derramamiento de sangre y la represión es la salida.

No decimos aquí que Zelaya es un presidente revolucionario, enfrentado en una lucha contra la reacción y la oligarquía. Solo se salió del libreto construido por la clase que siempre lo tuvo todo, para dominar a los que nunca tuvieron absolutamente nada. Porque Zelaya aumento el salario mínimo de los trabajadores, quitándole algo de su grosera plusvalía (siempre es grosera, cabe acotar), porque Zelaya se atrevió a convertir una base militar controlada por los Estados Unidos en una pista alterna comercial, por que Zelaya se unió al ALBA y les quitó, para dárselo al pueblo hondureño, el negocio de la energía. No era socialismo, ni comunismo, ni siquiera bolivarianismo, era simplemente actuar por una masa indefensa, dándole algo para defenderse ante la artillería de las balas y la alienación del opresor histórico.

No era un cambio profundo, lo que estaba proponiendo Zelaya. No se puede uno irritar porque un presidente quiera mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, dentro del esquema del mercado y del capitalismo. Ni siquiera eso le esta permitido a los gobiernos del continente. No esta permitido conducir a un país con una mentalidad social, por que eso va siempre en contra de la clase capitalista y esta no te lo perdona. No perdonaron a Zelaya, que no era precisamente un anticapitalista o un antimercado, ¿se lo perdonaran a Chávez y a Venezuela? ¿O a Ortega, Correa, Evo o a cualquiera?

Es por eso que el proceso de empoderamiento del pueblo no se puede detener, y tiene que ser revisado y optimizado. El poder popular tiene que, como decía la consigna, estallar de una buena vez. Nuestro modelo propugna que la sociedad trabaje por y para ella misma, por su propio bienestar, que la alienación se acabe para dar paso a al trabajo por la vida y por el bienestar social. Que entremos en una nueva etapa del verdadero progreso, de cooperación y no de competencia, de valores como la salud gratuita, educación masificada y la economía al servicio del hombre y no del mercado, no hablamos nosotros del “crecimiento” neoliberal, que considera exitoso el modelo Hindú, pero que vive su inmensa población en la mas abyecta y humilladora pobreza.

Por eso decimos, que esto va mucho mas allá de lo que sucedió en Honduras, es mucho más profundo. Es cambiar radicalmente un sistema, el capitalista, que esta acabando con la vida en el planeta tierra. Que derrite los casquetes polares, que destruye la Amazonía y las selvas húmedas en todo el globo, que oprime y destruye la unidad de los pueblos, que aliena a los seres humanos y los hace indiferentes ante la guerra, la miseria, el hambre y la peste. Que permite que millones de seres humanos mueran al año de HIV, y cuyo único valor moral de importancia es el consumo y la ganancia especulativa.

Esa es la verdadera lucha, una lucha de emancipación verdadera, no de un país invasor, sino del modelo de opresión que ha alcanzado ya su etapa global y que empieza a resquebrajarse por sus mismas contradicciones internas. Y es allí cuando más peligroso se torna, cuando más impostergable se hace la necesidad de darle la vuelta a la página de la historia y se construya ese otro mundo posible, en este siglo, en nuestro tiempo.

jueves, 16 de julio de 2009




¿Por qué el sistema capitalista está en crisis?

Para comenzar, quisiéramos partir del significado de crisis tal como lo abordaremos en estas líneas. La palabra viene del griego, y en el estricto sentido semántico significa ruptura, quiebre. Sin embargo esta ruptura no implica discontinuidad, por el contrario, este quiebre sugiere un antes y un después caracterizado por la continuidad. (Pérez, 2008)

En este sentido, al revisar la historia reciente del sistema económico capitalista nos damos cuenta que después de 1945 – fecha en la cual el final de la II guerra mundial marcó el status quo político y económico que iba prevalecer en el escenario internacional – el sistema capitalista no ha mostrado épocas de bonanza tan constantes como períodos anteriores. Vamos a ver por qué.

Luego de la depresión de 1929, las rápidas medidas keynesianas tomadas por el gobierno de los Estados Unidos para recomponer el “Estado de bienestar” y salir del letargo recesivo en el que se encontraba la economía norteamericana, llegaron períodos de expansión de la economía en el marco de una fase A (auge) de la teoría de las ondas intermedias y largas de Kondratieff.

Estos planteamientos establecen que la economía se comporta mediante ondas intermedias (recesivas/depresivas) producto de causas internas de la dinámica capitalista; mientras que las ondas largas (expansivas/auge) son el resultado de hechos fortuitos como: cambios en la tecnología, guerras y revoluciones. (Martínez, 2001) Nos detenemos en esta teoría, en primer lugar porque es referencia importante para los economistas que intentan explicar los ciclos económicos en el mundo, y en segundo lugar, porque será útil para nuestra reflexión final.

En este sentido, el primer período de crisis del sistema capitalista lo ubicamos a principios de los 70’, fecha en la cual se notó una disminución en las tasas de ganancia de los principales países capitalistas centrales, producto de una disminución en la inversión productiva desde finales de los 60’. (Dos Santos, 1997)

De este modo, la especulación financiera vino a sustituir los gastos productivos. Así pues, el crecimiento del gasto público y, a su vez, la deuda pública aumentó la base del sistema financiero por concepto de títulos de la deuda. Estas condiciones hicieron que las tasas de interés en los mercados mundiales subieran, producto de la política mixta de contracción monetaria y fiscal que se aplicaron en los Estados Unidos en la administración de Reagan. (Sachs, 1993)

El surgimiento de los Petrodólares produjo una gran excedente financiero mundial que fue a parar a las bolsas norteamericanas, europeas y una parte a los países del tercer mundo. Sin embargo, el déficit público norteamericano tenía cifras muy elevadas, como resultado en gran medida por el gasto social utilizado para combatir los altos costos militares y de desempleo. (Dos Santos, 1997)

Además de ello, debemos considerar que la primacía que hasta finales de los 70’ tenían los Estados Unidos como centro hegemónico capitalista, se vio mermada con las innumerables pérdidas económicas y humanas que le acarreó la derrota en la guerra de Vietnam (1973). Esta circunstancia la aprovecharon Alemania y Japón para tomar partido en la cabeza de los grandes centros capitalistas mundiales.

Otro factor importante que debemos destacar es la subida de los precios del petróleo en la década de los 80’, lo cual produjo una recesión en cadena de los principales países industriales

A la luz de los acontecimientos, se hace presente un nuevo respiro para el crítico sistema capitalista de la década de los 70-80’. La caída del muro de Berlín (1989) y la disolución de la unión soviética marcó el derrumbe del mundo bipolar, situación que dejaría a los Estados Unidos como cabeza política, económica, militar, cultural de la época. Esto fue aprovechado sin dudas por el corporativismo neo-liberal y por los grandes intereses políticos y económicos del centro capitalista.

En este sentido, se arreciaron las “ayudas” a países en vías de desarrollo por parte de los organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). De este modo, la gran cantidad de préstamos, así como los Programas de Ajuste Estructural – reformas políticas y económicas que los países prestatarios debían cumplir a fin de hacer posible los financiamientos, entre ellas: fomento a las privatizaciones, disminución del gasto público, aumento de los impuestos, mínima participación del Estado en el control de los medios de producción, entre otras – hundieron a los países en vías de desarrollo en una profunda deuda externa.

Esta situación, aunado a las políticas monetarias que mantenía la Casa Blanca de aumento de las tasas de interés, generaron otro duro golpe para el sistema capitalista mundial conocido como la crisis de la deuda, en la cual, una gran cantidad de países en vías de desarrollo se declararon insolventes e incapaces de pagar la deuda adquirida.

De este modo, esta situación marcó el inicio de lo que vendría a ser la etapa más crítica de estas últimas décadas del sistema capitalista. En este sentido, registramos hechos como:

El crack bursátil de 1987, la embestida cambiaria frente a las monedas europeas en 1992, el ajuste al alza de las tasas de intereses estadounidenses y la crisis de la deuda mexicana (efecto tequila), el desplome bursátil asiático de 1997 (efecto dragón), la crisis de la deuda rusa durante 1998 (efecto vodka), la crisis de Brasil en 1999 (efecto samba).

Así mismo, el inicio del nuevo milenio continuó acentuando la crisis del sistema capitalista mundial, en esta oportunidad, la crisis financiera desatada en Turquía en el 2000 y la crisis de Silicon Valley por las compañías de páginas web; el derrumbe del Nasdaq en el 2001, el colapso del modelo argentino en el 2002, la caída bursátil y la declaración de recesión en los Estados Unidos, la quiebra de grandes compañías como Enron y Parmalat producto de escándalos financieros, y actualmente, la explosión de la crisis hipotecaria en el 2007 (bonos subprime) que finalmente conllevó a la crisis económica que estamos viviendo hoy en día.

Esta simple enumeración de acontecimientos, dan muestra de que el sistema capitalista mundial después de la llamada “edad de oro” (1945-1973) no ha podido registrar períodos largos de equilibrio.

En ese sentido, la teoría de Kondratieff que abordamos en las primeras líneas de este trabajo, nos habla de que la diferencia entre cada onda (recesiva-expansiva) es aproximadamente de 50 a 60 años. Es cierto que en el contexto de este economista ruso no podrían considerarse factores más modernos como lo integrados que estamos en esta etapa de globalización. Sin embargo, a partir del estudio general que hemos hecho, podríamos afirmar que esta aceleración de los ciclos económicos mundiales parece obedecer más bien a la degeneración de un sistema imperante por tantos años.

De este modo, cabría plantearnos hipótesis sobre el futuro del sistema económico mundial que surgen a partir de los trabajos de autores como el economista italiano Giovanni Arrighi, el cual nos habla de una fase de expansión comercial, una fase de expansión financiera y una fase de crisis y lucha hegemónica. Esta última dando pié a una potencia China como la tuerca protagónica del engranaje del sistema mundo económico de este siglo.

Lo cierto es que si este sistema capitalista está en crisis, dependerá de nosotros el rumbo de la continuidad del mismo. Hasta ahora todas las depresiones, shocks, distorsiones, crisis del sistema capitalista, se han generado por su misma dinámica de sobre-explotación y sobre-acumulación desmedido de capital. Entonces, es momento de que su crisis terminal sea producto de la construcción de una nueva arquitectura económica que rompa con los patrones depredadores con los cuales este sistema nos enseño a mirar el mundo.

Referencias

· Dos Santos, Theotonio (1997). El Papel del Estado en un Mundo en Globalización. Caracas: Academia Nacional de Ciencias Económicas.
· Fiori, José Luis (2009). La Muerte del Gran Economista Italiano Giovanni Arrighi. Consultar en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=88566
· Levy, Sara (2008). Pánicos Financieros: Medidas de Emergencia vs. Transformaciones Estructurales. S/F.
· Pirela Pérez, Miguel Ángel (2008). Del Estado Posible. Crónicas de una Revolución. Caracas: Fondo Editorial IDEA.
· Sachs, Jeffrey y Felipe Larrain (1993). Macroeconomía en la Economía Global. México: Prentice Hall Hispanoamérica, S.A.,
· Sánchez Martínez, Manuel J (2001). “Las Ondas Largas de Kondratieff”. Consultar en: http://www.laberinto.uma.es/





jueves, 9 de julio de 2009

Mesa Sin Patas




Imagínese Ud. Señor lector, nadie lo quiera, le roban en su casa. Inmediatamente se mueven todos los mecanismos de seguridad para solventar el atraco, y todos los policías le aseguran que le será devuelto todo lo que le fue sustraído, y que trabajaran arduamente para que esto suceda. Pero pasan los días y no hay avance visible. El criminal ya fue identificado y anda por la calle con sus pertenencias, haciendo uso descarado de sus bienes personales, pavoneándose y gritando a los cuatro vientos que lo robado es suyo. Los abogados del criminal ya se movieron por todo el país, blandiendo recursos “legales” (leguleyos) justificando que Ud. se merecía ser atracado y que se quede quieto por que si no, le cae la “ley” y puede ir preso. Hasta este momento ya todo le parecerá irracional, pura ficción, ya puede darse por enterado que esta en una novela de ciencia ficción o en la mente de algún enrevesado escritor de una muy mala película surrealista.

Pero cuando ya su capacidad de asombro no puede ser rebasada, un juzgado ad hoc, salido de la nada, nombrado por nadie, le dice que Ud. debe sentarse en una mesa de negociación con el criminal, como iguales, y que como en toda negociación, debe dar concesiones.Ud. probablemente es como yo, nunca aceptaría este travestismo. Ni siquiera se sentaría en una mesa de ese tipo, la mesa imposible.

Por eso mi asombro al ver que el Presidente Zelaya aceptó dicha mesa, una mesa donde no va a haber dialogo, donde las posiciones son irreconciliables, donde el mandatario depuesto se sienta con el criminal que lo depuso. Este increíble y disparatado enredo que se ha sacado de la manga Hillary Clinton no tiene pies ni cabeza, ni siquiera para el más ocurrente de los escritores del “realismo mágico” latinoamericano. Sus efectos son devastadores para la causa de Zelaya.

Lo que se propone la mesa “aérea” es darle tiempo, el recurso más escaso en este caso, para que Micheletti pueda parapetar sus elecciones payasas en menos de un mes, y dejar pasar las ilegalidades, la represión y los abusos de poder “debajo de la mesa”. Además le han dado lo que más quería el gobierno de facto, que es reconocimiento como iguales.

En efecto, el régimen de facto gano además del tiempo, el reconocimiento como igual en una mesa de negociación. Como igual. Es decir, que para los efectos prácticos, lo que no pudo conseguir Micheletti luego de más de dos semanas de barbarie, lo consiguió de manos del propio presidente Zelaya. El reconocimiento como interlocutor válido. Conversar de lo que sea en un escenario cualquiera ya es una concesión del tamaño de una casa de tres pisos para los usurpadores. ¿Quién sabe que saldrá de ese dialogo de sordos?

Es de una torpeza tal lo que acaba de ocurrir que no queda espacio para la racionalidad y solo se puede especular. ¿Qué mantiene al régimen de facto tan atornillado que ha hecho que Zelaya reculara de esta manera? Porque por mas que se nos presente el presidente en una retórica de confrontación, de no concesión, la aceptación de la mesa ha debilitado sus pretensiones de regresar al poder y ha dado alas a Micheletti para seguir en el mando.

¿Qué paso con el ALBA, la OEA, la comunidad internacional? Todo lo decidió ese tribunal ad hoc del cuento ¿Quién le dio el mandato a Hillary para decidir sobre lo que ya todos habíamos decidido, no se negociará con los golpistas? ¿Con que derecho? Los estadounidenses son los únicos que no han retirado a su embajador. Ya podemos especular por qué: para negociar con los golpistas y llegar a este resultado.

¿Qué pinta EE.UU. en este juego? Todo, todo lo pinta EE.UU., todo lo dirige tras bambalinas. No hay engaño posible. Con retórica han conseguido lo que la doctrina Bush, con toda su patanería no consiguió: que aceptemos como normal el golpe y que la solución deba ser consensuada entre criminal y victima. Y todos contentos. Todos callados esperando lo que no pasara (el regreso del legitimo presidente), y lo que si pasara es el tiempo hasta las elecciones maquilladas de democracia, maquilladas luego del rigor mortis de la institucionalidad hondureña, para ser enterrada de una vez por todas.

miércoles, 8 de julio de 2009


Honduras: el traje a la medida y la mutación del imperio

Lo ocurrido el fin de semana pasado en Honduras nos deja una reflexión: por un lado, que la derecha reaccionaria está constantemente buscando trajes a su medida para perpetuarse en el poder, y por el otro, que el imperio norteamericano en decadencia, vive una de sus mutaciones más abominables, manifestándose ya no más como el presidente (aparato de Estado) mal hablado y ofensivo pregonando la titularidad del mundo a nombre de los Estados Unidos – Bush – sino el presidente (aparato de Estado), académico, simpático y gentil, cuyo discurso descansa en la no intromisión en los asuntos de otros países bajo el marco de una especie de silencio cómplice o pronunciamiento tácito – Obama – vamos a abordar entonces las anteriores afirmaciones.

En el caso de la derecha reaccionaria hondureña, ésta ha venido tejiendo su traje desde hace ya bastante tiempo, en primer lugar se encuentra un sector empresarial que domina política y económicamente al país, con una influencia determinante en el parlamento hondureño y en las instituciones económicas del poder ejecutivo.

En segundo lugar, vemos un parlamento fuertemente ligado a la derecha, el cual ostenta atribuciones constitucionales que le da un gran poder en la toma de decisiones de alto gobierno. Recordemos que esta constitución fue aprobada en el año de 1982 y contiene los llamados artículos pétreos – escritos sobre piedra – los cuales no pueden ser sujetos a modificación bajo ningún caso. Pero lo más importante que debemos resaltar, es que en la preparación y finalmente en la aprobación de la norma suprema hondureña, estuvo la mirada, y, por supuesto, la mano de los Estados Unidos representados por el entonces embajador John Negroponte quien veló por el fortalecimiento de esta clase empresarial en el poder legislativo.

Finalmente, encontramos un sector militar hondureño golpista representado por militares de alto rango formados en la Escuela de las Américas, espacio por excelencia para preparar milicias que posteriormente llevarían a cabo golpes militares para derrocar a gobiernos progresistas y nacionalistas como fueron los casos de: Jacobo Arbenz en Guatemala (1954), Noriega en panamá (1989), Aristide en Haití (2004), de igual manera; la invasión de Bahía de Cochinos en Cuba (1960) y la lucha contra las fuerzas sandinistas nicaragüenses en los 80´s. Todas estas misiones fueron orquestadas por la casa blanca y ejecutadas desde la base de operaciones militares que poseen los Estados Unidos en suelo hondureño.

Vemos entonces como Honduras ha sido un enclave militar importantísimo para los intereses norteamericanos. No podemos olvidar que la Casa Blanca mantiene su firme disposición de consolidar el plan Puebla-Panamá. Este fungiría como un corredor comercial – político, militar, subversivo – desde Norteamérica hasta Centroamérica, situación que dejaría a los EEUU a un paso para operar en la región suramericana. Entonces nos preguntamos: ¿es cierto que los Estados Unidos no tienen interés en que Zelaya sea reemplazado por un presidente lacayo?

Parece irónico entonces, que hasta los momentos, continua la ayuda económica que mantienen los Estados Unidos hacia Honduras. Además de eso, el embajador norteamericano sigue en territorio hondureño, marcando un firme reconocimiento diplomático y político al gobierno de facto de Micheletti por parte de la Casa Blanca.

Peor aún, qué lectura podríamos darle a declaraciones como las pronunciadas por Micheletti en la rueda de prensa transmitida el domingo 28 de Junio por Sula TV en la cual expresaba: “Se acabaron los gobiernos que le cerraban las puertas a los Estados Unidos, nosotros somos un país pobre, no tenemos petróleo, y por eso tenemos que abrirle más las puertas a la inversión norteamericana”; mientras escuchamos declaraciones recientes de Obama desde Rusia tales como: “apoyo la vuelta de Zelaya aunque esté en desacuerdo con él”. Pareciera que hay feeling en esas declaraciones.

A pesar de que toda la comunidad internacional ha manifestado su rechazo al golpe de Estado en Honduras, y de manera categórica han cortado relaciones tanto comerciales como diplomáticas con el gobierno golpista de Micheletti, el gobierno de los Estados Unidos no ha tomado medidas concretas más allá del tácito discurso de condena a los hechos. ¿Por qué hacemos tanto hincapié en lo determinante que podrían ser los Estados Unidos?, veamos.

El aspecto económico de Honduras refleja una altísima dependencia de su relación comercial con los Estados Unidos. En este sentido, si revisamos la balanza comercial hondureña en el año 2008, observamos que las cifras en miles de millones de dólares que importó Honduras de EEUU fueron de 925,513 (m/m $) mientras que las importaciones provenientes del resto del mundo fueron de 846,415 (m/m $). En cuanto a las exportaciones, se registró un monto de 445,922 (m/m $) con destino hacia EEUU, en tanto que se contabilizaron 340,261 (m/m $) hacia el resto del mundo. Estos datos, muestran que en ambos casos, la relación comercial que mantiene Honduras con el resto del mundo, no alcanza la que mantiene con EEUU.

Aunado a esto, se suma la ayuda económica que el gobierno norteamericano mantiene con el país centroamericano. Además, alrededor de un 30% de su PIB lo conforman las remesas provenientes de Estados Unidos. En este sentido, mientras la clase empresarial hondureña no sienta amenazada sus inversiones, ésta seguirá apoyando al gobierno de facto. Un ABC de la real polítik.

Ahora la casa blanca se toma la atribución de proponer – imponer – una mesa de diálogo encabezada por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, para fomentar la discusión en aras de solucionar el conflicto entre el presidente Zelaya y el golpista Micheletti. Esto no sugiere otra cosa, que una ratificación del gobierno de facto como poder instituido. Qué podríamos esperar entonces de este encuentro.


Finalmente, notamos que a diferencia del golpe de Estado ocurrido en Venezuela en el 2002, la derecha reaccionaria en honduras ha sabido calzarse un traje construido a su medida a través de los años. A su vez, este traje se encuentra amparado por lo que calificamos como una de las facetas más macabras del imperialismo norteamericano en decadencia, no es más que la ya conocida política del garrote y la zanahoria disfrazada de hermano afroamericano, el cual se le nota – sin ánimos de victimizarlo – arropado por el aparataje imperial norteamericano (empresarial, militar, comunicacional, político).

La situación en Honduras nos hace pensar entonces, en un traje hecho a la medida y en una mutación del imperio.

domingo, 5 de julio de 2009

MALDITO EL SOLDADO QUE VUELCA SUS ARMAS CONTRA EL PUEBLO


¡Morazán Vigila!

Increíblemente, las acciones del ejercito golpista de Honduras ya pasan de la total deshumanización; de los soldados entrenados por la Escuela de las Américas. Ya hay confirmados dos muertos, tres extraoficialmente. Un joven de 16 años cayó muerto, como contaba un testigo a las cámaras de Telesur (¡viva Telesur carajo!) de un disparo en la cabeza. Un joven de 16 años. Un niño que tenía toda la vida por delante fue la primera víctima de la gorilada en contra de la unidad, libertad y democracia latinoamericana.

Ya estos elementos obligan a la Asamblea General de las Naciones Unidas a activar al Consejo de Seguridad, para movilizar, lo más pronto posible, una fuerza de paz para restablecer la seguridad de la región. Claro no albergamos ninguna esperanza de que esto suceda. Las fuerzas de seguridad de la ONU solo se mueven para apoyar las aventuras militares de alguna de las potencias con derecho a veto en el consejo de seguridad. Solo los intereses económicos de la élite que gobierna aún, para vergüenza de todo el planeta, son causas para movilizar esta fuerza de "paz".

Paso en Haití, paso en Kosovo. Solo los intereses de las potencias oligárquicas valen para que la ONU se mueva. No importa que un pueblo pacífico sea vulgarmente acribillado para atornillar un gobierno burgués y opresor, un gobierno de facto de las élites que ya tanto conocemos, los amos de Honduras no son diferentes a nuestros malditos amos del Valle.

Disparan a campesinos, disparan a obreros, a maestros, a reporteros dignos. ¿Y globovisión que está pasando en este momento triste para nuestra América? Al remedo de Gandhi, el ridículo de Ledezma, en punta en blanco, haciendo ¡una huelga de hambre en la sede de la OEA! ¿Hasta cuándo tanto cinismo? Que quede de lección para saber de que están hechos estos fascistas.

Que el pueblo de Honduras, que exige el regreso de la institucionalidad, siga a pesar de las balas ahí, en el frente de la batalla, nos debe dejar una reflexión. Tenemos que seguir en la formación de nuestros movimientos sociales, de nuestro pueblo para que nunca llegue a verse en nuestra patria este dolor que hoy sentimos nosotros por el pueblo catracho. ¡Viva el pueblo de Morazán y de Bolívar! ¡Pronto se abrirán las grandes alamedas!

Honduras: Día D


Hoy es un día clave en la democracia latinoamericana. De las consecuencias de este día se decidirá si realmente funcionan las instituciones que, desde que comenzó esta crisis, se han comportados ante el mundo con una firmeza inusitada. Mel Zelaya, el presidente constitucional de Honduras regresa a Tegucigalpa.

En este momento está el avión en el aire, allá lo espera su pueblo alzado, que ya se cuenta por los miles de manifestantes en las calles hondureñas. También los esperan las bestias, los gorilas, los francotiradores. Los arrogantes líderes del golpe han amenazado con apresar a Mel, el presidente legitimo, han dicho que les importa un bledo la OEA (Ironías de la historia, la derecha denunciando a la OEA), les importa un bledo el mundo; solo están sus ansías de poder, su desconocimiento al pueblo y a los pueblos del mundo. Solos están ellos, la oligarquía de allá y la de acá.

Están tan resteados que es sospechoso. ¿Qué poder, que promesa tienen en sus manos para que se sientan tan confiados? Ya Eva Golinger lo decía en estos días, el gobierno de Obama sabía del golpe, era imposible que no lo supiera.

Están ya en el aeropuerto de Tocontín las más de 300 mil personas que apoyan el restablecimiento del orden constitucional. Una confrontación parece inevitable, ojala los pueblos sepan fundir los corazones de hielo de los soldados y estos se unan al pueblo. El desenlace de esta historia se está desarrollando, el pueblo venezolano, como el latinoamericano, como todos los pueblos, estamos pendientes. Del éxito de la vuelta al poder de Zelaya depende la estabilidad de los gobiernos progresistas del mundo. Su regreso es absolutamente necesario.

El espejo hondureño nos mira con atención, que no se repita en este nuestro país, nos dice. La mejor vacuna para los golpes es la organización popular, el constante movimiento, el total dinamismo de nuestras organizaciones sociales de base es vital para que ni siquiera se les ocurra a los gorilas de acá (que existen no nos engañemos) de que en Venezuela se pudiera repetir esta situación.

Ya hemos relatado por nuestro blog todo lo que ha sucedido, hemos relatado como los medios de comunicación han dejado que Tom y Jerry tomen las pantallas de la televisión, que los “embajadores” perpetuos tergiversen todo lo que ha pasado, lavándole la cara a una acción criminal, quizás con sueños de que se repita en esta tierra. También hemos contado como estos gorilas, que se dicen “legales y democráticos” son los que han violado más y con más saña, la constitución hondureña. Más de 10 artículos (y contando) han pisoteado los “defensores” de la libertad y democracia hondureña.

El avión ya está por llegar, ¿Cuánto le queda de vida a este régimen? A los golpistas no se les ve la cara por ningún lado. Están perdidos como el 13 de abril estaban perdidos los acólitos de Carmona ¡Qué pase lo mismo en Honduras y se vayan de una vez! Ya vienen los acontecimientos, se atropellan. El pueblo está preparado para recibir a su presidente, los golpistas para meterlo preso. ¿Quién ganara esta prueba de fuerza? ¡Que los pueblos terminen ganando su libertad y democracia!

jueves, 2 de julio de 2009



Revisión a la Constitución de Honduras: ¡no hay dos tesis!

A propósito de la situación que está ocurriendo en Honduras, han surgido voces desde la derecha latinoamericana – y sobre todo venezolana – tratando de defender lo indefendible, como ya nos tienen acostumbrados. En ese sentido, expertos constitucionalistas, internacionalistas, embajadores perpetuos, políticos y todos aquellos que se creen expeditos en el análisis del conflicto hondureño, no hacen más que decir: “hay dos tesis, la de que no hubo golpe y la de que si hubo golpe” o peor aún, afirman tajantemente: “no hubo golpe, todo lo que pasó esta apegado a la ley de ese país”

A la luz de los hechos, quisiéramos hacer un estudio general de la Constitución de Honduras, no sólo para demostrar que las acciones que llevaron a cabo estos grupos oligarcas golpistas no están apegadas a la ley, sino también denunciar las flagrantes violaciones a esta Constitución que citan con ignorancia para justificar un golpe de Estado.

Para comenzar, quisiéramos destacar que la primera burla que se hizo a la Constitución hondureña se evidenció en la utilización del artículo 242, amparado en una supuesta carta de renuncia – con incongruencias por demás torpes – el cual habla de la ausencia temporal o absoluta del presidente. Éste se encuentra en el Capítulo VI, del poder ejecutivo, y reza lo siguiente:

ARTÍCULO 242.- Si la falta del Presidente fuere absoluta, el Designado que elija al efecto el Congreso Nacional ejercerá el Poder Ejecutivo por el tiempo que falte para terminar el período constitucional. Pero si también faltaren de modo absoluto los tres designados, el Poder Ejecutivo será ejercido por el Presidente del Congreso Nacional, y a falta de este último, por el Presidente de la Corte Suprema de Justicia por el tiempo que faltare para terminar el período constitucional.

De este modo, observamos como estos golpistas escudados en este artículo, y aprovechándose de la renuncia de finales del año pasado del entonces vice-presidente de Honduras Elvin Santos, idearon un plan cantinflesco – sin ánimos de ofender el nombre de Mario Moreno – para justificar una supuesta renuncia, y por medios militares deponer al gobierno de Zelaya y decretar el ascenso al poder del presidente del Congreso Nacional, Roberto Micheletti.

En este sentido, analizaremos el Título I, correspondiente al Estado. Capítulo I. De la organización del Estado. En esta sección destacamos los siguientes artículos:

ARTÍCULO 2.- La soberanía corresponde al pueblo del cual emanan todos los poderes del Estado que se ejercen por representación. La suplantación de la soberanía popular y la usurpación de los poderes constituidos se tipifican como delitos de traición a la Patria. La responsabilidad en estos casos es imprescriptible y podrá ser deducida de oficio o a petición de cualquier ciudadano.

Este artículo se complementa con el que le sigue:

ARTICULO 3.- Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas o usando medios o procedimientos que quebranten o desconozcan lo que esta Constitución y las leyes establecen. Los actos verificados por tales autoridades son nulos. El pueblo tiene derecho a recurrir a la insurrección en defensa del orden constitucional.

En estos dos artículos observamos que los hechos cometidos por los golpistas para deponer al gobierno constitucional del presidente José Manuel Zelaya son claramente considerados como delitos de traición a la patria. Además de eso, vemos como la misma Constitución legitima la insurrección del pueblo en defensa de restablecer el orden constitucional – en este caso la figura del presidente – ese pueblo, ha sido masacrado y violentado.

Debemos recordar, que la situación que llevó a los grupos golpistas a tomar la decisión de deponer por las armas al presidente Zelaya, estuvo muy mal argumentada en la supuesta violación de las leyes constitucionales por la consulta popular no vinculante – el resultado era simbólico, no afectaba la carta magna – contenida en la cuarta urna, en la cual se consultaba al pueblo hondureño si estaría de acuerdo en convocar una Asamblea Constituyente. De esta manera, quisiéramos poner sobre el tapete los siguientes artículos:

ARTÍCULO 5.- El gobierno debe sustentarse en el principio de la democracia participativa del cual se deriva la integración nacional, que implica participación de todos los sectores políticos en la administración pública a fin de asegurar y fortalecer el progreso de Honduras basado en la estabilidad política y en la conciliación nacional.

También destacamos el siguiente artículo del capítulo IV, correspondiente al sufragio y los partidos políticos:

ARTÍCULO 45.- Se declara punible todo acto por el cual se prohíba o limite la participación del ciudadano en la vida política del país.

Observamos entonces, otra violación categórica de la carta magna al limitar la participación del pueblo hondureño en la vida política del país, cercenando el derecho de ejercer el principio de democracia participativa, que según este artículo 5, debe sustentar el gobierno.

En cuanto a los derechos y las garantías de los ciudadanos, quisiéramos evidenciar los numerosos artículos que fueron – y siguen estando – quebrantados por el poder de facto que depuso a Zelaya. Así pues, nos ubicamos en el Titulo III, referente a las declaraciones, derechos y garantías. Capítulo II. De los derechos individuales. En esta sección haremos referencia a diferentes artículos para abordar diversas situaciones:

ARTÍCULO 68.- Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral.

Éste a su vez lo relacionamos con:

ARTÍCULO 76.- Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal, familiar y a la propia imagen.

Y también con los siguientes:

ARTÍCULO 99.- El domicilio es inviolable. Ningún ingreso o registro podrá verificarse sin consentimiento de la persona que lo habita o resolución de autoridad competente.

ARTÍCULO 102.- Ningún hondureño podrá ser expatriado ni entregado por las autoridades a un Estado extranjero.

En este sentido, observamos como fueron violados los derechos del presidente Zelaya y su familia al momento de irrumpir de manera violenta en la casa presidencial y someterlo por las armas a salir de su país. No cabe duda entonces, que estos cuatro artículos recogen los acontecimientos brutales que ocurrieron en la madrugada del domingo 28 de junio en Tegucigalpa.

En otro orden de ideas, nos encontramos con una verdadera violación a la libertad de expresión de un pueblo. Recordemos que desde primeras horas de la mañana, al momento de que las fuerzas golpistas irrumpieran en la casa de gobierno, tomaron las instalaciones del canal estatal ubicado en ese mismo edificio y sacaron del aire su señal. Al pasar de las horas, algunas emisoras de radio que trasmitían los acontecimientos también fueron sacadas del aire. Así pues, nuevamente fue quebrantada la norma suprema, como se evidencia en los siguientes artículos:


ARTICULO 72.- Es libre la emisión del pensamiento por cualquier medio de difusión, sin previa censura. Son responsables ante la ley los que abusen de este derecho y aquellos que por medios directos o indirectos restrinjan o impidan la comunicación y circulación de ideas y opiniones.

A éste le sigue:

ARTICULO 73.- Los talleres de impresión, las estaciones radioeléctricas, de televisión y de cualesquiera otros medios de emisión y difusión del pensamiento, así como todos sus elementos, no podrán ser decomisados ni confiscados, ni clausuradas o interrumpidas sus labores por motivo de delito o falta en la emisión del pensamiento, sin perjuicio de las responsabilidades en que se haya incurrido por estos motivos de conformidad con la Ley.

Así pues, queda claramente demostrado como fueron quebrantadas las leyes que amparan el derecho a la libertad de expresión. Nos preguntamos entonces: ¿en dónde están todas esas oligarquías defensoras de la libertad de expresión en el mundo? ¿Por qué no escuchamos un Vargas Llosa condenando la violación a los medios? ¿Por qué le cuesta tanto a la oposición venezolana repudiar el silencio al que condenaron al pueblo hondureño?
Por otro lado, escuchamos declaraciones televisivas de Roberto Micheletti quien afirma que de regresar José Manuel Zelaya, éste será apresado de inmediato. No obstante, los argumentos carecen de toda legalidad posible, siendo estos tales como: “el presidente Zelaya será apresado por su insistencia de continuar su gobierno y por su actitud prepotente”.

Para ello, la constitución hondureña contempla los siguientes artículos:

ARTÍCULO 82.- El derecho de defensa es inviolable. Los habitantes de la República tienen libre acceso a los tribunales para ejercitar sus acciones en la forma que señalan las leyes.
De igual manera, nos encontramos con:

ARTÍCULO 94.- A nadie se impondrá pena alguna sin haber sido oído y vencido en juicio, y sin que le haya sido impuesta por resolución ejecutoriada de Juez o autoridad competente.

Vemos entonces como las prerrogativas de este gobierno de facto, no están apegadas a la Constitución de Honduras, siendo la aprensión de Zelaya sin ninguna orden judicial una categórica violación a sus derechos ciudadanos.

No cabe duda, que estamos frente a un golpe de Estado. Los hechos hablan por sí solos, y lo injustificable se cae por sus propios medios. Hasta los momentos, países de los 5 continentes han condenado los hechos en Honduras y han catalogado esta situación como un claro golpe de Estado. Sin embargo contamos con una oligarquía absurda que insiste hablar de las dos tesis.